La Bandera
Descripción
Por no salirse del bello marco trazado por los colores de la provincia Bolívar, el Ilustre Concejo de San José de Chimbo, en agosto de 1969, adoptó para su emblema cantonal una faja dorada y dos laterales del color de la esperanza.
He ahí por qué el lábaro chimbeño ostenta los matices de la caña de azúcar de sus valles tropicales, de sus fragantes limoneros en flor, de la fronda de sus naranjos entremezclados de odoríferos azahares, de sus algodoneros revestidos de capullos más blancos que las nieves del Chimborazo, de sus campos serraniegos cubiertos de esmeralda durante el invierno y los primeros meses de cada verano.
El gigantesco tablero de ajedrez que trae a la memoria del turista, —por asociación de ideas—, todo el vario patrimonio territorial chimbeño con el incomparable encanto de sus predios rústicos y urbanos, está sintetizado en nuestra enseña heráldica con sus caminos, arroyos de agua cristalina e hileras de capulíes y arrayanes.
Toda esta gama de policromía agrícola está representada en nuestro bicolor cantonal por el par de fajas verdes como la esperanza.
En la hermenéutica de los colores, el verde es el símbolo de la vida, lozanía y frescura del alma chimbeña, de la savia perpetua de los frutos del agro, de los cépalos iridiscentes de sus flores.
Y el color dorado que une las dos franjas longitudinales de nuestra bandera, no puede echarse de menos en ninguno de los dos emblemas chimbeños, como recuerdo del precioso metal que, en cien coyunturas, se ha extraído de sus ríos, de los cementerios incaicos y preincaicos, diseminados, como en la parroquia de San Sebastián, en las hoyas, valles y sotos bolivarenses.
La faja dorada es la expresión del laborioso pueblo magdalenense, asuncionense, chimbeño, telimbeleño y sanantoniano que siempre se ha distinguido por su admirable iniciativa en buscarse los fondos necesarios para el sustento individual y familiar... Chimbeños son los jóvenes que ponen la nota de sano regocijo y esparcimiento jovial con sus vihuelas autóctonas en las fiestas y efemérides pueblerinas. Chimbeños son quienes han establecido talleres de artes y oficios, fábricas de escopetas y de vajillas de bronce a la vera de las sendas y vías carrozables bolivarenses. Tamaño ingenio industrial, artístico, comercial, cultural y expansionista de beneficio a escala ecuatoriana, se sintetiza en la banda de oro de nuestro venerando estandarte cantonal.
Es copia. San José de Chimbo, noviembre 13 de 1969.
La Secretaria Municipal,
EMMA YANEZ VARGAS DE LARA ANDRADE.
(Hay un sello)
Fuente: Escudo, Himno y Bandera del Cantón Chimbo
Créditos Lic. Marianita Menéses :
El Escudo
Descripción
El escudo del cantón San José de Chimbo, en la provincia de Bolívar (Ecuador), evoca su historia, geografía y cultura local a través de diversos símbolos heráldicos
Elementos y sus significados
Montaña y río: Reflejan la geografía local con el relevo de la cordillera y el río Chimbo, que surge de las faldas de las montañas, simbolizan la fuerza, la riqueza hídrica y la conexión con la tierra y la vida rural
Herramientas y productos agrícolas: símbolos como el cuerno de la abundancia con maíz, café y cacao, junto a azadón o martillo (trabajo y labor)
Chimbo, con su tradición en artesanías (pirotécnica, armería, cerámica, guitarras) probablemente refleje también su vocación productiva
Estrellas o ramas: En algunos escudos se incluyen estrellas (por cada parroquia) o ramas de laurel y palma para aludir a triunfo, gloria o sacrificio.
HIMNO
Salve, ¡oh Chimbo! , tu dulce memoria
Hoy tus hijos celebran de hinojos
Y coronan tu sien con manojos
Que de lauros te ofrenda la historia.
I
Prendado el sol de tu hermosura
Se entroniza en el altar de oriente,
Por besar tu diamantina frente
Con los rayos de tu lumbre pura.
II
Con placer y virginal decoro
Susanga orgulloso se levanta
Ocultando su pulida planta
entre flores y gavillas de oro.
San José de Chimbo, agosto 10 de 1.913
Autor de la Música del Himno a Chimbo, Sr. Profesor Dn. José Rafael Bayas Sierra (3 de Marzo de 1953)
Dibujante de los Símbolos Cantonales: Sr. Ruperto Gómez Ortiz
Partitura de Himno a Chimbo
BREVES RASGOS ACERCA DEL
HIMNO A CHIMBO
El dinámico cantón Chimbo no exhibe, hasta la fecha, documentos históricos; ni conserva tradición alguna acerca del legítimo deseo de haber celebrado, desde sus orígenes, la veneranda efeméride de vida autónoma, entonando un himno propio, izando una bandera diseñada por sus nobles hijos, o paseando por las calles y las plazas de la villa el escudo distintivo de su magnífico abolengo garciano.
Fundado el 3 de Marzo de 1860, cuando el Dr. Gabriel García Moreno decretó la cantonización en casa de Dn. Miguel Argüello, el primer Jefe Político, y de su dignísima consorte, Dña. Lizarda Bazante, Chimbo solía, desde entonces, conmemorar cada aniversario cantonal con camaretas y aires marciales; con Misa solemne en la Iglesia Matriz y oración gratulatoria del Rvdmo. Canónigo Dr. José María Cisneros Sánchez. Chimbeño de nacimiento y de corazón, acudía este distinguido eclesiástico desde la metrópoli bolivarense a congratularse con sus amadísimos conterráneos.
Entre las primeras estrofas de un himno a Chimbo, merecen citarse las escritas a principios de este siglo por el numen poético del Canónigo riobambeño, Carlos Salvador, que gustaba permanecer de cuando en cuando en la villa de San José, no sólo por la suavidad del clima, sino también porque era semi-propietario de unas cuantas hectáreas de terreno en los fértiles valles regados por las aguas cristalinas del río Caluma.
La idea de contar con un himno cantonal propio no surgió en el cerebro de la juventud chimbeña sino en 1917, cuando un estudiante, oriundo del cantón, no obstante frisar en los catorce años, sin embargo, de sentirse ayuno todavía de normas de preceptiva literaria, lanzóse a componer, únicamente por dar oído a sus amigos, los primeros versos que llegaron a impactar en el corazón de la ciudadanía chimbeña.
Terminado, en 1918, el año de Literatura y Retórica en uno de los mejores colegios de Quito, observó el autor ciertos defectillos en su sayo poético, redactado, más que con la péñola del bardo bolivarense, con él corazón del adolescente que ama sin medida los encantos de su patria chica.
La primera música con que jóvenes y niños entonaron esta letra en los planteles educativos del cantón, fue benévolamente adaptada por la Normalista Srta. Dña. Julia Hortensia Bazante Morejón. En las principales fiestas, en las veladas artísticas y literarias, no había chavales que no cifraran sus mejores delicias en modular el Himno a Chimbo.
Un notable músico francés compuso, en 1927, una partitura clásica para las estrofas del Himno Chimbeño. Cantáronse durante corto tiempo en los centros pedagógicos cantonales; pero no fueron muy del agrado popular. Entonces hubo de pensarse en un artista que, como el autor de la letra, hubiera nacido en San José de Chimbo. La Justicia llegó a tiempo para aureolar las sienes de quien lo merecía: el destacado compositor, Dn. José Rafael Bayas Sierra, logró complacer a la sociedad bolivarense con inspirados acentos acreedores a la oficialización reiterada en sendas sesiones del I. Municipio Cantonal.
Publicase, sin embargo, por la prensa, en marzo de 1969, el malogrado proyecto de reemplazar la letra, ya oficial, del Himno a Chimbo, por versos de un vate cuencano residente en Quito, y de suplantar la música, aprobada del I. Ayuntamiento, por las cadencias de un requinto saniorenceño... En diciembre repitióse análoga noticia! Este poeta, empero, excelente desde muchos puntos de vista, tal vez nunca pisó el sagrado suelo bolivarense. ¡Cantó un himno a una villa que no amaba, porque no la conocía!...
Protestaron jóvenes y adultos de la presente generación, por el cambio sorpresivo de un poemita al que ellos estaban avezados desde los primeros años de las aulas escolares. Y el I. Concejo de 1969 se vio en el caso de dar elocuente lección de sindéresis y civismo, volviendo a oficializar música y letra del chimbeñísimo Himno Cantonal.
Antes de poner puntos suspensivos en este modesto prólogo, hemos dé satisfacer a los dictámenes de la Justicia ofreciendo un tributo de gratitud y estima a ios Sres. Munícipes de estas últimas décadas que se desvivieron en aras del progreso de su cantón nativo. Entre quienes pasaron ya a mejor vida, hemos de recordar a todos en la persona de sus Presidentes: Dr. Cicerón Cisneros González, Tnte. Coronel de Ejército Dn. Alejandro Sergio Bermeo Naranjo, Dn. Rafael J. Bazante y Dn. José María Pinos. Entre quienes nos honran con su patriotismo, merecen sitió de honor: Dn. Juan Celio Secaira Luna, Dn. Juan Benigno González...
En el Escudó Cantonal, en la letra y en la música de nuestro Himno, así como en ei sacro bicolor chimbeño, se sintetizan nuestras glorias, nuestras luchas, nuestras legítimas aspiraciones más que centenarias, en especial la carretera que ha de cruzar los territorios de La Asunción, La Magdalena, Cochabamba, Caluma, Pita y Catarama.
Estas líneas serían deficientes si no rindiéramos póstumo homenaje de admiración y aplauso también a quienes, como el Coronel Darío Morejón, Dn Juan Bazante, Dn. Reinaldo Quijano Sánchez, Dn. Rosendo González, Dn. Diego Terán, Dn. Ezequiel Zavala, Dn. Alejandro Játiva, consagraron notable porción de su existencia en beneficio de su cantón predilecto, que hoy guarda con cariño en las mejores páginas de sus archivos histérico-eclesiásticos, sus nombres de bautismo y Primera Comunión, de su escuela y de su legítimo enlace matrimonial...
El L Ayuntamiento de San José de Chimbo no podía escoger año más oportuno para divulgar los símbolos sagrados de su autonomía cantonal: 1970 es el sesquicentenario que lo eslabona con vínculos de oro a Guayaquil, a las principales provincias, ciudades y cantones de la Patria.